Por Alejandro Fensore (Historiador).
Se nos ha enseñado en forma muy recurrente que el 25 es el día más importante de la semana de
Mayo de 1810, pero a mi criterio, el día 22 es el más destacado, puesto que en
ese famoso Cabildo Abierto se sentaron las bases doctrinarias de la revolución.
En España se habían disuelto las juntas que gobernaban en
nombre del rey cautivo Fernando VII, por lo cual, estas colonias debían resolver
su status y su situación en general. Varios delegados patriotas piden al Virrey
Cisneros un Cabildo Abierto para debatir y resolver la cuestión: al verse solo
y sin apoyo, Cisneros acepta convocar a dicha asamblea. El Cabildo convoca a
los vecinos de la ciudad: se cursaron 450 esquelas de invitaciones. Sólo
asisten al Cabildo 251 invitados, por lo cual 199 han sido los ausentes por
diversas situaciones (se suponen que estaban a favor de la continuidad de
Cisneros): algunos por enfermedad y el mal clima, y otros por temor a las
represalias. La Legión Infernal, liderada por los chisperos French y Beruti,
estaban armados con palos, pistolas y puñales haciendo barricadas en las
bocacalles e impidiendo la entrada al Cabildo mediante intimidaciones y
amenazas a los que iban a votar a favor
de Cisneros. Los chisperos eran en total 600, y estaban distribuídos en los
alrededores de la Plaza de la Victoria. Manuel Belgrano, desde los altos del
Cabildo, iba a ser el encargado de agitar un pañuelo blanco en caso que la
votación sea adversa a los patriotas, lo que iba a ocasionar que los chisperos
entraran violentamente a la asamblea ¿ Cómo hacían los
chisperos para darse cuenta en las bocacalles de las personas que iban a
asistir al Cabildo para votar a favor del Virrey?. Se dice que el patriota
Agustín Donado era el imprentero que hizo las esquelas de invitación al Cabildo
Abierto: dichas esquelas eran con nombre y apellido. Las que estaban a nombre
de un votante partidario de Cisneros tenía una marca especial de imprenta.
También se dice que se imprimieron muchas esquelas sin nombre, y que fueron
rellenadas a mano por los patriotas, de lo cual se infiere que al Cabildo
Abierto asistieron muchas personas infiltradas que no podía votar, pero que
seguramente influyeron en la votación mediante amenazas, abucheos y gritos. El
Coronel Francisco Orduña comenta en unas crónicas que el voto era público, y al
que votaba a favor del Virrey se le chiflaba, se le mofaba, se le escupía y se
lo insultaba duramente.
El Cabildo Abierto duró todo el día hasta tarde, y se
tuvieron que traer bancos de las distintas iglesias para que los asistentes
pudieran sentarse, y se distribuyeron chocolates, comida hecha por un cocinero
francés y vino generoso. Puede decirse que nuestros patriotas tomaron sus
primeras decisiones con el estómago lleno y muy entonados.
¿Quiénes fueron los oradores principales, y cuáles fueron
sus posturas?. El obispo Lué tomó la palabra y dijo que si un español
sobreviviente de las juntas disueltas de la península arribara a estas playas,
deberían recibirlo como al soberano. Esta postura provocó chiflidos y gritos
amenazantes. Luego toma la palabra Castelli y rebate a Lué diciendo que la
autoridad de las juntas que gobernaban en nombre del rey ya no existían, por lo
cual, el pueblo es el que reasume la soberanía. El Fiscal Villota propone
posponer una decisión, para consultar a todas las provincias del interior.
Luego toma la palabra Juan José Paso, quien dice que no hay tiempo para
consultar a las provincias, y que Buenos Aires actúe como una hermana mayor, y
tome una decisión inmediatamente para luego ser consultada con más tiempo a las
provincias. Paso recurre así a la figura jurídica de la “gestión de negocios”.
Saavedra insistió en que no debía quedar duda que sería el pueblo quien
confiera la autoridad. Luego se pasó a la votación que fue larga y compleja
porque los votos eran a viva voz y un escribano debía dejar constancia por
escrito de cada uno. En la votación hubo tres corrientes: la españolista, la
revolucionaria y la intermedia o moderada. La votación quedó de la siguiente
manera: 92 votos por el cese de Cisneros, 66 por mantener al Virrey y 66 por la
moderada. Era un virtual empate, y el Cabildo debía dirimir la cuestión.
El 24 de Mayo, el Cabildo “decidió interpretar a su manera”
lo resuelto el 22, y nombra una Junta con Cisneros como Presidente. Esto
constituía un claro “gatopardismo”, pues Cisneros seguí gobernando con un
título distinto. A raíz de esta maniobra, el pueblo protesta enérgicamente en
la plaza, y obliga a que todos los miembros de esa Junta renuncie, y se nombre
otra, que es la que aprendimos de memoria en la escuela. Es decir, que la que
conocemos como Primera Junta, es en realidad la segunda.
En conclusión, el Cabildo Abierto del 22 de Mayo de 1810
sentó las bases de una revolución que abría camino hácia la futura
independencia.
Bibliografía
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Luna, Félix. “Breve historia de los argentinos”. Buenos
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Mitre, Bartolomé. “Historia de Belgrano y de la Independencia
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