(Conferencia del
Historiador Alejandro Fensore en el
Rotary Club de Cid
Campeador el 1-04-2015)
Es importante que los argentinos sepamos que si las Malvinas
no están actualmente bajo pabellón argentino, no es solamente por estar
usurpadas por una potencia pirata: es también por culpa de los propios
argentinos, en especial, los políticos. En esta breve crónica, el lector se
adentrará en la galería del terror de la débil y torpe diplomacia argentina en
torno a nuestras islas australes.
En el año 1833, nuestras Islas Malvinas son usurpadas por
Gran Bretaña. Manuel Vicente Maza, quien por entonces era canciller interino,
envía una nota formal de protesta al encargado de negocios británicos. Este
respondió que no tenía instrucciones para comunicar algo.
En 1834, Manuel Moreno reitera la nota, sin obtener
respuesta alguna.
En 1843, el gobierno de Rosas reitera la nota de protesta e
Inglaterra responde que la cuestión de soberanía en torno a las islas está definitivamente
cerrada. Manuel Moreno respondió que esto era inaceptable.
Los sucesivos gobiernos argentinos, hasta el advenimiento de
Perón, sólo se limitaron a hacer el
reclamo anual. Antes de Perón, la Argentina era anglófila y tenía muchos
negocios con gran Bretaña( recordar el tratado Roca-Runciman).
En 1908, Argentina y Chile reclaman conjuntamente por que en
Londres se emitió un título de privilegio fijando como dependencias británicas
a Malvinas, Georgias, Sándwich, Orcadas, Shetland, Península Antártica
Argentina, Tierra del Fuego chilena y argentina, sur de Santa Cruz y sur de la
provincia chilena de Magallanes. En 1917, Gran Bretaña corrigió el texto de la
declaración. Si Chile y Argentina no se hubiesen dado cuenta, nuestro
territorio y el del país vecino estarían hoy mutilados.
La diplomacia inglesa aprovecha siempre todo.
En el año 1910, a raíz que la Argentina publica un mapa
incluyendo a Malvinas dentro de su territorio, Inglaterra decide investigar por
medio del Foreign Office si Su Majestad Británica tenía derechos en las islas.
Se encarga este estudio al investigador Gastón De Bernhardt, quien concluye que
Inglaterra no tiene ningún derecho a poseer las islas, pues el accionar inglés
ha sido algo despótico en el tema.
En 1936, el asesor legal Fitzmaurice aconsejó no someter el
tema Malvinas a arbitraje internacional, pues la posición inglesa tiene serias
debilidades e Inglaterra debe quedarse con las islas por cuestiones
estratégicas. Ese mismo año, otro integrante del Foreign Office llamado John
Troutbeck opina mediante un memorando escrito que la usurpación inglesa en 1833
ha sido arbitraria y es muy difícil defender una postura sin quedar como
bandidos internacionales.
En 1940, se emitió un documento que dejaría de ser secreto
en este año 2015, y que consistía en una propuesta de Inglaterra de reunificar
las Islas Malvinas con Argentina y aceptarlas en arriendo.
En 1946, el Foreign Office emite otro memorando describiendo
la ocupación británica como un acto de ijustificable agresión.
Todos estos informes eran accesibles al público y se
hallaban en el Public Record Office, pero se guardaron celosamente a poco de
iniciarse la guerra de 1982.
Desde 1910, Inglaterra sabe que está floja de papeles en
torno a Malvinas, y es por eso que desde dicho año a la actualidad, se niega a
discutir el tema soberanía.
En 1946, Perón hace un reclamo de soberanía en la ONU.
En 1947, Inglaterra se niega a sacar a Malvinas como
territorio dependiente de la corona.
En 1960, la Asamblea de la ONU dicta la Resolución 1514, en
la cual estableció el derecho de cada país a la integridad territorial.
Argentina sigue invocando esta resolución, pues al poseer Inglaterra nuestras
islas está afectando seriamente nuestra integridad territorial.
En 1965, la Asamblea de la ONU dicta la Resolución 2065, en
la que se recomienda a ambos países en conflicto negociar y poner fin a la
situación colonial que Inglaterra reconoció de hecho. Esto se considera un gran
triunfo diplomático argentino, y sigue siendo invocado en cada reclamo que
nuestro país hace en los distintos foros internacionales. Inglaterra, año tras
año, incumple con esta resolución.
En el año 1971 se hace acuerdo de cooperación mutua.
En 1976 los ingleses proponen hacer acuerdos comerciales sin
discutir el tema soberanía. En consecuencia, Argentina retira a su embajador en
Londres.
Desde 1977 a 1980, Inglaterra pensó proponer varias opciones
en torno a Malvinas: reconocer la soberanía argentina, compartir la soberanía o
hacer un acuerdo de arriendo. La solución siempre se postergaba.
En 1982, Argentina recupera por la fuerza las islas, y se
desencadena una guerra entre ambos países, que provoca la derrota de los
argentinos.La diplomacia del gobierno de facto argentino creyó que EEUU se
mantendría neutral por la ayuda argentina en la lucha contra el terrorismo en
Centroamérica. Esta guerra frenó todas las negociaciones y congeló la relación.
Ir a la guerra significó volver atrás y alejar toda posibilidad de recuperar
las islas en lo inmediato.
En el año 1983 asume Alfonsín y se hacen varios reclamos
ante la ONU, la OEA, y el Movimiento de Países No Alineados. El gobierno
radical intentó entablar una relación bilateral con Inglaterra que fracasó
enseguida.
En 1984, el escritor e historiador Alain Rouquié propone
“desmalvinizar” la vida argentina. Es el inicio del desmantelamiento del
“sentimiento Malvinas”.
En el año 1987, el canciller Dante Caputo propone poner el
tema soberanía de Malvinas bajo un paraguas para reestablecer relaciones. Esta
tesis es adoptada más tarde por Carlos Menem. Durante el menemismo se producen
dos reuniones bilaterales importantes en 1990: en la reunión Madrid 1 se
acuerda poner la soberanía bajo paraguas, reestablecer las relaciones
consulares, las comunicaciones y la cooperación en la pesca.
En la reunión denominada Madrid 2 se acuerda el
reestablecimiento de la diplomacia. Allí Inglaterra deja sin efecto la zona de
protección militar. Se autoriza a familiares a visitar el cementerio de Darwin
y se crea un grupo para estudiar temas pesqueros y militares.
Luego se firma una declaración conjunta sobre conservación
de recursos pesqueros. Se establecía una zona de prohibición absoluta de pesca
para preservar la riqueza ictícola. Traicionando este acuerdo, Inglaterra
estableció un área de administración pesquera en la misma zona de prohibición,
reservándose otorgar licencias.
En 1994 Inglaterra extiende su jurisdicción marítima al
noroeste de Malvinas, para pesca y patrullaje.
En Noviembre de 1991, Inglaterra autorizó al Gobierno de
Malvinas a otorgar licencias a empresas privadas para buscar petróleo.
En Septiembre de 1995, Argentina e Inglaterra firman una
declaración conjunta que estableció zonas de cooperación para actividades
petrolíferas y gasíferas. Seis días después, los isleños (con autorización de
Gran Bretaña) convocan unilateralmente a una licitación internacional para
explotación petrolífera, en una zona 4 veces más grande que la zona de
cooperación. Esta declaración prohibía actos unilaterales. Nestor Kirchner deja
sin efecto esta declaración, pero Gran Bretaña sigue invocándola para seguir
buscando petróleo. Este acuerdo petrolífero se considera el error más grande
del gobierno de Carlos Menem.
En el año 1996, el canciller Guido Di Tella ofrece a Londres
el traspaso de soberanía con retroarriendo e indemnización de 750.000 dólares a
cada isleño. La prouesta fue rechazada por gran Bretaña.
El mismo canciller Di Tella
instrumenta la famosa “política de seducción “de los isleños de la
siguienta manera:
-
En 1992, Di Tella envía a los isleños por correo una foto de
su hija residente en Londres.
-
En 1993 envía copias de videos del dibujito animado “Pingu”
con una carta.
-
En 1995, en navidad, envía una foto suya con sus nietos.
-
También en 1995 envía
600 ejemplares del cuento del Osito Winnie The Pooh, y de “El Principito”.
-
Di Tella consulta la guía y padrón de Malvinas para llamar a
los isleños y saludarlos.
Esta “política de seducción” no era descabellada si hubiese
sido bien instrumentada, pero ha sido un fracaso por no ser bien planeada
seriamente. Los isleños se tomaban a risa esta política, y tiraban los regalos
a la basura.
En 1997, Menem
intenta cerrar el paraguas de la soberanía y fija fecha para discutir el
tema, pero Gran Bretaña se niega y manifiesta que el futuro depende de los
isleños.
En 1999, Pinochet es detenido en Inglaterra por violación de
los derechos humanos, y el gobierno chileno suspende los vuelos a Malvinas de
Lan Chile. Este hecho era propicio para obligar a Inglaterra a sentarse a
negociar, pero Argentina desaprovecha ridículamente esta ocasión haciendo
acuerdos perjudiciales para nuestra posición. Se acuerda que cualquier
ciudadano argentino que viaje a las islas deben ingresar con pasaporte
internacional. También se permitió que consejeros de los isleños participen en
acuerdos bilaterales y los firmen, cuando en realidad Inglaterra debe ser
únicamente el interlocutor en dichos acuerdos. Todo esto implica un triunfo en
la posición de los ingleses y de los isleños ,pues:
-
Argentina reconoce gracias al acuerdo la existencia del gobierno
de las Falkland, lo que implica reconocer la autodeterminación de los isleños.
-
Los pasaportes sellados de los argentinos que viajan a las
islas son prueba evidente que el estado argentino reconoce a las Falkland como
un país separado.
-
Se incluyó también un acuerdo de cooperación pesquera, cuando
el problema en realidad era de vuelos comerciales y aislamiento de los isleños.
Estos acuerdos son graves fallas de la diplomacia menemista,
y debilitan nuestra posición.
En los gobiernos de De la Rúa y Duhalde no se avanzó nada en
la cuestión.
En el gobierno de Nestor Kirchner se instala el tema
Malvinas a nivel latinoamericano, consiguiendo múltiples declaraciones de apoyo
a la posición argentina. También se prohibieron los vuelos charter turísticos
de Lan Chile, y se cancelan todos los acuerdos bilaterales de la época
menemista sobre petróleo, gas y pesca. Se prohibió a empresas internacionales
energéticas con activos en Malvinas operen en nuestro país.
Cuando asume Cristina Kirchner, se continúa con la misma
línea trazada por su marido. En 2010, respaldada por 32 países, Argentina
solicita intervención de la ONU para impedir que empresas británicas exploten
petróleo en las islas. Se presiona a la Unión Europea para que Inglaterra se
siente a negociar.
En 2011 el MERCOSUR hace una declaración destinada a
prohibir el acceso a puertos de Paraguay, Brasil,y Uruguay a barcos civiles
malvinenses. Luego se sumó Chile.
Durante el gobierno de Cristina Kirchner se entregó el
primer DNI argentino a un isleño llamado James Peeck.
El canciller Timerman ha denunciado varias veces la
creciente militarización de las Malvinas , y en el actual año 2015 Gran Bretaña
ha anunciado el refuerzo militar por temer otra invasión argentina.
Por todo lo expuesto, queda clara la coherencia de la
diplomacia inglesa y la burda y torpe estrategia de la diplomacia argentina.
En el año 2012, un grupo de intelectuales liderados por
Palermo, Sarlo,Romero, Sebreli y Kovadloff firmaron un documento que apoya la
autodeterminación de los isleños, lo que constituye un grave error en la
estrategia argentina.
La realidad indica que no existen posibilidades de recuperar
Malvinas en el futuro inmediato, pues se estima que la cuenca petrolífera de
las islas es inmensamente más grande que la del Mar del Norte, que ya se está
agotando. Se estima que habría 200.000 Km cuadrados alrededor de las islas que
contienen petróleo. El cálculo más cauto da cuenta que en la cuenca de Malvinas
habría una capacidad de 3,5 billones de barriles de petróleo. Las reservas de
Malvinas superarían a las de Argentina en casi un 300 %.
Otro recurso apreciable para Inglaterra es el agua: en
consecuencia, Inglaterra ha declarado
reserva ecológica a las islas Georgias por su proximidad con la
Antártida. Esta misma figura ha adoptado Inglaterra para las islas de
Chagos en el Indico. Tanto en Chagos
como en Malvinas hay bases militares y estructuras de reservas naturales de
biodiversidad. Además, los habitantes de Chagos fueron expulsados por la corona
inglesa para construír una base militar. Este antecedente tira por la borda la
excusa de la autodeterminación de los isleños: ¿Por qué la diplomacia argentina
no usa esto?.
La pesca ocupa el 50% de la actividad de los isleños. De
2009 a 2010, los isleños percibieron más de 14 millones de libras en este
rubro.
En cuanto al turismo, entre 2008 y 2009 hubo un aumento del
200% de turistas, y en 2011 visitaron Malvinas 700.000 turistas, convirtiéndose
este rubro en motivo de otro gran ingreso pecuniario. Gracias a la Argentina,
luego de la guerra y de la torpe diplomacia, los isleños son ricos. Por todo lo expuesto, Londres seguirá gastando
dinero en la base militar de Malvinas, porque le es muy conveniente.
La Argentina ha sido muy torpe diplomáticamente hablando, lo
que es contrario a la habilidad de Gran Bretaña. Sabiamente decía Scalabrini
Ortiz: “La diplomacia inglesa es el instrumento ejecutivo que en sus relaciones
con el extranjero, tiene la necesidad de expansión y la voluntad de dominio del
Imperio de la Gran Bretaña. Donde hay un pequeño interés presento o futuro, la
diplomacia inglesa tiende sus redes invisibles de conocimiento, sondeo, de
preparación o de incautación”.
Es hora que los argentinos nos demos cuenta, y despertemos
del largo sueño.
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Fuentes:
-
Bielsa,Rafael. “Malvinas Argentinas:¿Petróleo Kelper?”. Diario
Perfil.Buenos Aires (13-12-2010).
-
Emiliani, Enrique A. “Para
volver a Malvinas: una diplomacia soberana.”.Buenos Aires.Dunken(2012).
-
Groussac, Paul. “Las Islas
Malvinas”. MCBA-Secretaría de cultura.(1982).
-
Niebieskikwiat, Natasha.
“Guido Di Tella: un argentino famoso entre los kelpers”.Diario Clarín. Buenos
Aires. (11-01-1999).
-
Scalabrini Ortiz, Raúl.
“Política Británica en el Río de la Plata”.Biblioteca Clarín. Buenos
Aires.(2001).
-
Terragno, Rodolfo.
“Falklands”. Ediciones de la Flor. Buenos Aires. (2002).
Suplementos:
-
“Enfoques”. Diario La
Nación.(1-4-2012)
-
El observador”.Diario
Perfil(1-4-2012).
Web
- www.elhistoriador.com.ar