Extracto de la conferencia del Historiador Alejandro Fensore
en la Biblioteca Sarmiento el 8-8-2015
(Abajo de la nota están las fotos de la charla, con la presencia de 16 personas)
La historia oficial que aprendimos en la escuela es la
llamada “historia liberal”: es decir, aquella que empezó siendo escrita por los
vencedores de Caseros y reafirmada posteriormente a la batalla de Pavón, en la
cual Urquiza le entrega a Mitre la oportunidad de armar la organización
nacional y aniquilar al federalismo en todo el país.
Esta es la historia oficial, pues se enseña en todos los
niveles educativos, se divulga en los medios de comunicación, está presente en
los discursos y en la iconografía oficial, y aparece predominante en las
estatuas de las plazas, y en los nombres de calles y ciudades.
También es liberal porque estudia los hechos desde una
óptica liberal-conservadora que hace eje en el librecambismo y la apertura al
exterior, poco democrática e impregnada de una concepción elitista y
antipopular. Esta historia es además oligárquica porteñista,centralista,
europeizante, anglófila y antiprovincial. Impusieron sus adeptos una
colonización mental y cultural, liderados por Bartolomé Mitre (el gran
arquitecto de la historia argentina). Mitre funda el diario “La Nación” en donde
logra que sus ideas predominen. Se toma como bandera el famoso antagonismo
sarmientista de “civilización o barbarie”, en el cual los civilizados son los
que miran a las luces de Europa, mientras que los bárbaros son los gauchos, los
indios, los caudillos, lo orilleros que son los responsables del atraso.
Esta historia oficial exalta en forma distorsionante a
determinados personajes, en detrimento de otros. Por ejemplo:
-
Rivadavia: “El hombre civil más grande de la tierra de los
argentinos” (Mitre)
-
Sarmiento: E Padre del Aula y maestro perfecto sin errores.
-
Mitre: el gran organizador de la nación, formador de nuestra
historia, y héroe que derrotó a la supuesta tiranía paraguaya.
-
San Martín: Santo de la espada, Padre de la Patria perfecto.
-
Moreno: Unico responsable de Mayo de 1810
-
Belgrano: El militar, en detrimento del abogado y funcionario
público.
-
Alberdi. El impulsor de nuestras bases constitucionales, y
gran civilizador junto a Sarmiento.
-
Los caudillos: verdaderos responsables del atraso y la barbarie.
-
Rosas: el maldito de la historia oficial, tirano y execrable.
Mitre fue el primer historiador en usar a los documentos
como fuente principal.
Vicente Fidel López publica entre 1872 y 1875 su “Historia
de la República Argentina”, obra en la cual se basa en la tradición oral
procedente de su padre y sus recuerdos. Es una obra inexacta y basada en puras
hipótesis. Ambos historiadores si criticaron mutuamente.
Sarmiento también incursionó en la historia, principalmente
con “Facundo” que es una obra con intenciones políticas y combativas, plagada
de errores históricos y mentiras.
Ramos Mejía escribió historia apoyado en las ciencias
naturales, pues era médico. Atribuyó a causas naturales y psicológicas un gran
período de la historia argentina.
Paul Goussac ha sido un historiador que más ha seguido la
línea de Mitre.
Considero que el primer antecedente revisionista ha sido
Adolfo Saldías con su “Historia de la Confederación Argentina”, en la cual
revisa el período rosista. Era alumno y admirador de Mitre, y poretendió
continuar la escritura de la historia a partir de donde Mitre dejó, es decir,
desde 1820. Se basó en algunos periódicos y archivos existentes, hasta que
consiguió la autorización de Manuelita Rosas para consultar los papeles de su
padre en Londres. Allí Saldías descubrió la verdadera versión de Rosas y
publicó su obra con gran disgusto de su maestro Bartolomé Mitre, quien lo
criticó duramente en el diario “La Nación”.
El continuador de la revisión de Rosas fue Ernesto Quesada
que publicó en 1898 “La Epoca de Rosas”, basándose en los archivos de su abuelo
político el General Pacheco.
Luego surge la Nueva Escuela Histórica, continuadora de la
metodología rigurosa por documentos, compuesta por Carbia, Levene, Molinari,
Ravignani, Torres, Guiñazú, Torre Revello y Callet Bois. La mayoría eran
egresados de la Facultad de Derecho y se dividieron en dos agrupaciones: La
Junta de Numismática e Historia Americana, luego rebaurizada como Academia
Nacional de la Historia, liderada por Ricardo Levene. El mismo Levene lanza su
“Historia de la Nación Argentina”, que es la versión difundida por todos los
manuales escolares. La Academia siguió la línea de Mitre.
El otro grupo se aglutinó en el Instituto de Investigaciones
Históricas de la Facultad de Filosofía y Letras , liderado por Emilio
Ravignani. Esta agrupación realizó una tarea heurística sensacional recopilando
y publicando documentos fundamentales. Este Instituto siguió la línea de
Ernesto Quesada.
Ahora estamos en condiciones de hablar cobre el Revisionismo
propiamente dicho. El Revisionismo es aquella tendencia que “revisa” la
historia oficial tergiversada, antiargentina y oligárquica. Podría ser
descripta como la “contrahistoria”. Hay distintos revisionismos: rosistas,
nacionalistas de derecha, rosistas de izquierda y de derecha, no rosistas,
peronistas y antiperonistas. Lo más acertado es decir que el Revisonismo
comenzó cuando el tema Rosas se empieza a debatir en la sociedad argentina.
La primera obra fundacional del revisionismo es “La
Argentina y el imperialismo británico” de los hermanos Julio y Rodolfo Irazusta
en 1934. En esta obra condenaban la sumisión de la oligarquía a Inglaterra y
proclamaban a Rosas como la clave de la historia argentina.
Se puede decir que los primeros revisionistas son nacionalistas: Carlos Ibarguren, Vicente
Sierra, Ernesto Palacio, Manuel Gálvez, Ramón Doll.
Cuando surge el peronismo, muchos de sus adeptos optan por
el revisionismo. Perón no se suma a este movimiento y se pronuncia por la
historia oficial: bautiza a los ferrocarriles recién estatizados con los
nombres de los próceres tradicionales . Después de su derrocamiento en 1955, se
aceptó que el revisionismo debía ser la interpretación de la historia
peronista.
El historiador que se destacó por ser revisionista-rosista-peronista
fue José María Rosa con sus 13 tomos de “Historia Argentina”, luego continuada
hasta 1976 por otro historiador revisionista llamado Fermín Chávez. Un
revisionista no rosista de izquierda nacional fue Rodolfo Puiggrós.
La tendencia revisionista se difundió a través del Instituto
de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas con su revista y a través de
las editoriales Theoría, Sudestada, Peña Lillo, Pampa, Cielo, Tor, Etc.
En la década del 60 se produce una renovación
historiográfica en la universidad, y es liderada por Gino Germani y José Luis
Romero. Son académicos continuadores de la historia oficial y se destacaron en
esta tendencia los historiadores Tulio Halperín Donghi y Luis Alberto Romero,
que son de gran influencia en la historia que se enseña en la universidad.
A pesar de ello, surgen revisionistas de izquierda como
Jorge Abelardo Ramos y Milcíades Peña.
Actualmente tenemos revisionistas que se agrupan y forman el
Instituto Revisionista Manuel Dorrego: son los historiadores más leídos por el
público como O Donnell, Pigna, Chumbita, Bellota, Brienza, entre otros.
Actualmente el revisionismo cobra cada vez más fuerza,
puesto que el público en general quiere leer libros que cuenten la verdadera
historia de nuestra patria.
Considero que en la enseñanza media hubo una falta de
revisión, con criterio actual de las ideas históricas heredadas. No pueden
salir de la enseñanza media ciudadanos conscientes de su destino si se les han
falsificado sus verdaderos orígenes. Recién ahora se está cambiando esta
tendencia en las escuelas.
En síntesis: vivimos tiempos en los cuales el revisionismo
ha vuelto a cobrar fuerza y se instala cada vez más en la gente. Esta tendencia
sirve para desterrar lo que han hecho nuestro primero historiadores. Sarmiento
le escribe una carta a Avellaneda desde Nueva York haciendo apología de la
falsificación histórica: “ Necesito y espero que su bondad me procure una
colección de tratados argentinos, hecha en tiempos de Rosas, en que están los
tratados federales, que los unitarios han suprimido después con aquella
habilidad con que sabemos rehacer la historia”. El revisionismo echa luz a
esta falsa historia.
Fuentes
-
Eggers-Brass, Teresa: “Historia Argentina: una mirada crítica.
1806-2006”. Lanús. Ed. Maipue.
(2006).
-
Jauretche, Arturo: “Política nacional y revisionismo
histórico”.Buenos Aires. Corregidor. (2014).
-
O Donnell, Pacho: “Breve historia Argentina”. Ed
Aguilar.(2015)
-
Palacio, Ernesto: “La historia falsificada”.Colección La
Siringa. Ed Peña Lillo.(1960).
-
Rosa, José María: “Historia del Revisionismo y otros
ensayos”.Ed. Merlín (1968)
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